lunes, 10 de abril de 2017

Arriesgar y perder.

Para ganar, hay que arriesgar. Pero quien arriesga, no siempre gana.

Buscar la felicidad en otra persona es un error. Pretender que otra persona te de la felicidad, el amor, la paz y la calma que tú no sabes darte a tí mismo, es un GRAN ERROR.
Hacerlo, es trasladar la carga de tu mundo a los demás.
Camino de los treinta, he aprendido que el mundo no está hecho de medias naranjas que se complementan para formar una sola, sinó que cada uno de nosotros somos piezas de frutas ENTERAS que, en algún momento de nuestra vida (o quizá nunca) encontramos otra pieza completa con la que nos complementamos, y nuestra felicidad aumenta, y nuestro mundo cambia, en consecuencia.
Creer que eres una MITAD que necesita de otra media pieza para ser feliz es contraproducente, es un atentado contra uno mismo y un acto de egoísmo hacia los demás. Creer que solamente eres una MITAD, es otro de los GRANDES ERRORES de la vida.
Tu felicidad no depende de nadie más que de tí mismo. De cómo afrontas la vida, de que las decisiones que tomes sean correctas, o no lo sean, de aquello a lo que dedicas tu tiempo (y digo AQUELLO, y no AQUELLOS). de no rodearte de gente tóxica y de infinidad de cosas más, pero todas ellas van a parar a la misma diana: TU MISMO.

Claramente, tener un apoyo al lado favorece estar bien emocionalmente, estar feliz, ser más positivo, aprender a ver la vida de otro modo, pero ese apoyo puede estar para siempre, o puede dejar de estarlo en cualquier momento...qué pasaría entonces?
Si eres positivo, probablemente me responderás; "aprendí de esa persona mientras la tuve al lado, me quedo con las enseñanzas y los buenos momentos a su lado", pero si no lo eres tanto, o incluso si eres una oveja negra como he sido yo misma hasta hace bien poco (y sigo luchando a diario para dejar de serlo), seguramente ahora mismo estarás echando la culpa al karma de todo lo que te está pasando, y se te estará cayendo el mundo a los pies al pensar que tu apoyo pueda desaparecer en cualquier momento, o si ya lo ha hecho, al pensar que probablemente no va a volver. Cierto?
Solución? Busca tu paz interior. La solución está en tí mismo. Probablemente no me creas, pero te aseguro que es cierto.

La vida está hecha de decisiones, aquellas que toman nuestros padres por nosotros mientras somos pequeños, y aquellas que tomamos nosotros mismos desde que empezamos a tener uso de razón.
Tú decides TODO en tu vida.
DECIDES qué estudiar. DECIDES a qué dedicarte. DECIDES formar una familia (o no hacerlo). DECIDES tu color de pelo, tu peinado. DECIDES si llevas piercing, tatuaje, muchos o ninguno de ellos. DECIDES lo que comes. DECIDES de quién quieres rodearte. DECIDES lo que amas. DECIDES lo que odias. DECIDES lo que compras. DECIDES TODO.
Y también DECIDES con quién quieres estar, y con un poco de suerte, es recíproco y esa persona también querrá estar contigo. Y DECIDES si quieres estar toda la vida con ella, o si quieres dejar de estarlo.
En muchos momentos, esas decisiones te generarán miedo, pánico, ansiedad, al no saber cuál es la correcta. Tranquilo, nadie sabe cuál será la correcta, ni siquiera tú. Es entonces cuando entran en juego la razón y el corazón. A cuál de ellas hacer caso? A ambas? A una? A ninguna? Eso debes decidirlo tú. Si aciertas, enhorabuena...pero si fallas? Deberás aceptar que, LA HAS CAGADO, amigo.
Otra opción (nada recomendable) es la de la duda eterna. No arriesgar, y quedarte con la duda. Pero quien no arriesga, no gana. Compensa quedarse con la duda?

El caso, es que todo lo decides por algo. Lo creas o no. Lo entiendas o no. Algún día lo harás, algún día comprenderás que absolutamente todos tus actos tienen una razón, aunque no la sepas.
Y para bien o para mal, debes aprender a ser dueño de tus actos, de tus decisiones, y debes aprender a vivir con los resultados de las mismas.
Unas veces ganarás, pero otras...perderás. Es ley de vida. No tengas miedo...VIVE.

Todo pasa por algo. Y si algo sale mal, tranquilo, no es el final. Creo que es la verdad más absoluta que te puedo contar.

He tomado muchas decisiones incorrectas en mi vida, y he tenido que aprender a convivir con ellas, y lo sigo haciendo, cada día.
Para algunas de ellas, he acabado encontrando el sentido. Para otras...creo que nunca lo haré. El caso es que he aprendido, a base de callos, a ser dueña de mis actos. No os voy a negar, que en ocasiones arde, quema, jode, hiere, duele, mata...pero así es la vida, un puto juego de azar. Y vosotros, los protagonistas.

Prefiero que me duela la vida, a que me pase indiferente. Si me duele, es porque la he vivido. Si algo pasa, es porque tiene una razón, y si algo NO pasa, seguro que acabaré descubriendo el motivo, y quizá sea que la vida me depara alguna otra cosa, probablemente mejor. #siemprefuerte  #nevergiveup


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